Todos los nombres y títulos de la Deidad, tales como Dios, Jehová, Señor, Padre, Verbo (o Palabra) y Espíritu Santo, se refieren a uno y al mismo Ser. Estos diferentes calificativos simplemente titulan o denotan manifestaciones, papeles, relaciones con la humanidad, modos de actividad, o aspectos de la revelación de Dios.
Todas estas designaciones de la Deidad aplican a Jesús, y en Él se manifiestan todos los aspectos de la personalidad divina. Jesús es Dios o Jehová manifestado en carne (Isaías 9:6; 40:9: Juan 8:58; 20:28; 2. Corintios 5:19; Colosenses 2:9; 1. Timoteo 3:16; Tito 2:13). Jesús es el Padre encarnado (Isaías 9:6; 63:16; Juan 10:30; 14:9-11; Apocalipsis 21:6-7). El Espíritu Santo es el Espíritu que se encarnó en Jesús y también es Jesús en forma Espiritual (Juan 14:16-18; Romanos 8:9-11; Filipenses 1:19; Colosenses 1:27).
La doctrina de la Unicidad reconoce que la Biblia revela a Dios como Padre debido a su relación paternal con la humanidad (Deuteronomio 32:6, Isaías 63:16), como Hijo por haberse manifestado en la carne humana (Lucas 1:35, Gálatas 4:4), y como Espíritu Santo por su naturaleza espiritual y santa (Génesis 1:2, Hechos 1:8). La Unicidad de Dios NO enseña que Dios no pueda ser el Padre al mismo tiempo en que Él es el Hijo o el Espíritu Santo. La Unicidad de Dios, enseña que el sólo Ser que es Dios, es tan poderoso y grande que como un solo Ser, Él se ha manifestado SIMULTÁNEAMENTE como Padre, Hijo, Espíritu Santo, el Todopoderoso, el Salvador, etc. Dios no sólo es Padre en la creación, pues ahora mismo es nuestro Padre y actúa como nuestro Padre, en razón de que hemos sido adoptados como hijos suyos por causa del nuevo nacimiento. Dios no sólo es Espíritu Santo en razón de que Él llena nuestras vidas en la regeneración, sino que Él siempre ha sido, es y será Espíritu y Santo, por eso Él es el Espíritu Santo. Dios sólo tomó la forma humana como Hijo, por causa de la redención, pues sólo un humano puro y perfecto podía representar a toda la humanidad (Isaías 53:4-6, Ezequiel 22:30).
La Doctrina de la Unicidad, también acepta que la Biblia revela a Dios de otras muchas formas, tales como el Admirable (Isaías 9:6), el Alfarero (Jeremías 18:6), el Altísimo (Génesis 14:18-22), el Bendito (Esdras 7:27), el Bueno (Nahum 1:7), el Castillo (Salmos 18:2), el Consejero (Isaías 9:6), el Consolador (Isaías 51:12), el Creador (Eclesiastés 12:1), el Escudo (Proverbios 2:7), el Eterno (Jeremías 10:10), el Fiel (1. Corintios 1:9), la Fortaleza (Habacub 3:19), el Fuerte de Jacob (Génesis 49:24), el Glorioso (Santiago 2:1), el Hacedor (Job 32:22), el Juez (Miqueas 5:1), el Justo (Lamentaciones 1:18,), el Libertador (Romanos 11:26), el Misericordioso (Nehemías 9:31), el Obispo de Nuestras Almas (1. Pedro 2:25), el Omnipotente (Ezequiel 1:24), el Pastor (Salmos 23:1), la Paz (Hebreos 13:20), el Perdonador (Salmos 86:5), el Perfecto (Mateo 5:48), el Piadoso (Jonás 4:1), el Poderoso (Judas 1:24), el Recto (Deuteronomio 32:4), el Redentor (Job 19:25), el Refugio (1. Samuel 2:2), el Rey (Sofonías 3:15), La Roca (Habacub 1:12), el Salvador (Isaías 43:3), el Sanador (Exodo 15:26), el Santo (Apocalipsis 15:4), el Señor (Josué 3:11), el Verdadero (1. Juan 5:20), etc.